10 | Aprender a dar el primer paso, Sabina Urraca y Darksoft.
Durante este tiempo aprendí que hay ciudades a las que siempre volver, que los amigos serán siempre quienes nos sostengan, que el amor a veces depende de situaciones que no controlamos,...
Algo que he aprendido
Soy una persona que tendía a pararse por miedo al que dirán y por irresponsabilidad propia. Yo es que soy así. Puede que por cobarde. Puede que por no creer que había otros lugares donde podía construir espacio. Yo es que soy así. Confundía la rutina con la comodidad. Quedarme quieto era una manera de reconocerme en el espejo.
Y esto me ha provocado muchos problemas en mi vida. A veces, he sentido vértigo de no percibirme en la dirección correcta. A veces, la presión autoimpuesta me ha cegado de lo que era necesario. A veces, he clasificado mis decisiones en importantes y todas las demás. Y, la mayoría de veces, simplemente veía pasar el tiempo inmóvil.
Pero hace unos meses decidí tomar otras direcciones y replantearme algunas de las decisiones que había tomado hasta ese momento. Metí todas mis pertenencias en un habitáculo de 5x5 y me empecé a mover más ligero. Con otros miedos, otros instintos y otras necesidades, pero con una premisa en mente: volver a los lugares donde había sido feliz alguna vez.
Durante este tiempo he aprendido mucho de mí, de quién soy y quién quiero ser. Aprendí que hay ciudades a las que siempre volver, que los amigos serán siempre quienes nos sostengan, que el amor a veces depende de situaciones que no controlamos, que los animales solo entienden el amor incondicional y que quedarse quieto ya ha dejado de servir. Yo es que soy así. O no. Soy como quiera ser. Ahora sé qué significa moverse, no sé en qué dirección ir, pero compensa por tener otras vistas en el espejo. He aprendido a dar el primer paso.
Algo bello
Esta semana quiero empezar por algo que considero lo más bello que puedo mostraros. Algo que podemos ver y disfrutar, también oír y sentir. Algo para los días donde el estrés coja las riendas de nuestra vida. Os traigo uno de mis perfiles favoritos en IG.
Vita lenta — muchos la conoceréis del especial «Algo para regalar» — es una de las dos cuentas de IG. La otra es el perfil de Marta D. Riezu y sus escritos. Estas cuentas son capaces de parar mi tiempo, cambiar mi ánimo y resetear mi día.
En ella vemos y nos teletransportamos — gracias a pequeños videos de 10-15 segundos — a lugares donde vivir conscientemente. Mediterráneo, sobre todo Italia, puestas de sol, el mar de fondo, el sonido de las olas romper, un abrazo, unas manos, una mesa para comer, una caricia, una ventana, un amor o el sol son solo algunos de los momentos que podemos rememorar. El tiempo parece menos tiempo. Cuando necesitéis de él, simplemente pasad unos minutos del día en esa cuenta. Definitivamente, tengo que ir a Italia este verano.
Algo que no sabía
Hace unas semanas, como cada Navidad, vimos «Klaus» en casa — es una de las muchas tradiciones que vamos instaurando — y se me quedo grabado ese leitmotiv que se repite en la película: «un acto sincero de bondad, siempre provoca otro.» Pues eso es lo que ocurre con esta newsletter. Una cadena de actos sinceros. Todo lo que me está llegando gracias a esta ella es realmente nuevo para mí. Hay una magia en compartir que no puedo describir. Primero la postal de M y ahora esto.
Otro ejemplo. Gracias a «Algo que me apetece» de la semana pasada — donde me imaginaba que pasaría con Connell y Marianne; y a A, un lector de la newsletter, llegué sin tener ni idea a «En el dentista» de Sally Rooney, un relato breve que apareció en «The White Review» y que justamente transcurre después de la serie y el libro. Y es que Sally empezó escribiendo este relato y luego tuvo que escribir la novela. Necesitaba imperiosamente seguir hablando de esos personajes. ¿Te suena? Es la misma sensación que tuve. ¿Qué fue de ellos? No lo sé, no quiero hacer spoiler del relato.
Pero sí que diré algo, ¡Atrévete! Dar el primer paso y atreverse a compartir cualquier cosa que consideres interesante ya es mucho, nunca sabes a quién le puedes dar un momento de alegría, nunca sabes si ese gesto puede cambiarle el día.
Algo que me acompaña
Hacía tiempo que no compartía algo de música. Uno de los últimos LPs que he estado escuchando ha sido ese pop colorido y amable de Darksoft en su último trabajo, «Beigeification». Un disco que me acompaña en el trabajo y las horas de diseño. Un disco para ponerlo de fondo en casa mientras cocino, juego con Cora o recojo la estancia. Música que me acompaña y no me sobresalta. «It Is What It Is», mi favorita. Espero os guste tanto como a mí.
→ Esta semana he armado una playlist en Spotify. Algo que escuchar. 20 canciones de mi semana. Una pequeña selección de la música que suena en el estudio y que iré actualizando semanalmente.
Algo donde tener un ojo
Todos los años, Caballo de Troya — un sello editorial dedicado a nuevas voces — elige a una persona que toma la voz para encargarse de editar los libros de ese año. Esa persona tiene el trabajo de elegir seis manuscritos que serán editados bajo el sello durante los siguientes meses. Por esa figura editora han pasado agitadores culturales de la talla de Elvira Navarro, Alberto Olmos (2016), Lara Moreno (2017), Mercedes Cebrián (2018), Luna Miguel y Antonio J. Rodríguez (2019 y 2020) y, en 2021, Jonás Trueba. Nombres propios que han ido dejando un catálogo que hace las delicias de los lectores.
Este año ya tenemos nueva editora: Sabina Urraca. Será quién reemplace a Jonás. Seis libros editados por la autora de «Soñó con la chica que robaba un caballo» y descubridora de Andrea Abreu con su magnífica «Panza de burro». Seis libros a tener muy en cuenta.
El primero ha salido estos días, «Leche condensada» de Aida González Rossi. No soy muy objetivo con Sabina, pero no me cabe duda de que alguna de esas obras será de lo mejor de este año editorial. Algo donde tener un ojo.
Algo de mi semana
El poder de las historias. Esta semana hemos podido ver uno de esos capítulos que recordaremos mucho tiempo. Momentos que se quedan grabados en nuestra memoria y que probablemente formen parte de nuestro imaginario en unos años. Me suele pasar muy a menudo, suelo apropiarme de imágenes muy particulares a las que vuelvo cuando necesito algo de ellas. La nostalgia de «San Junipero» en Black Mirror, la caída de «Ozymandias» en Breaking Bad o el perdón de «Tulipan Blanco» en Fringe son algunos de los muchos ejemplos que tengo.
Esos capítulos son los que al final se quedan en mí. Son los que pasan a un segundo plano en mi vida y se diluyen en pensamientos, ideas o imágenes. Forman ese conglomerado de lo que soy y de lo que me interesa ser. El capítulo «Long Long Time» de The Last Of Us es la última adquisición en esa pared llena de cuadros. Una fotografía del amor de Bill y Frank. Un capítulo que ya ha sido considerado como uno de los mejores de la historia. Y yo, estoy muy de acuerdo.
Hasta aquí el número 10 de «Algo de mi semana». Como esto también va sobre vosotros y vivir juntos conscientemente, me encantaría leer en comentarios cómo ha ido tu semana.
A → B